lunes, 24 de marzo de 2014


Ya no podía llorar, mi
única opción era asumir mi
realidad...11 años y solo,
Mis pies descalzos sobre el lodo,
la mañana fría y aun
oscura, mis pantalones cortos y
deshilados...mi única vestimenta.

Siempre a estas horas empezaban

a llegar los comerciantes, los camiones con vegetales, los tipos de los viveres, el camion con los gandules,las lentejas, el oregano y los carniceros... 

Unas señoras con sus mesas, organizaban su variedad de productos en pequeñas
pilas sobre el suelo, y desgranaban a paso rápido los guandules, los cuales exibian en
vasos de 7 y 10 onzas..

Mi estomago rugia fuerte en la mañana,
yo tenia ciertas habilidades que desarrolle
por supervivencia... Con una escoba de ramos solia barrer el tramo entre el camino de los guandules y las mesas de las
señoras...Siempre caian al suelo, recogía los restos, los cernia y le hacia la competencia en precio a las señoras...

Lo mismo hacia con los demas, con los que podia...

negociaba el poco dinero con los comerciantes, compraba rabizas de plátano y los salcochaba en
una lata de salsa junto con una que otra milaña de arenque que encontraba en las cajas vacías..

Al llegar la noche, preparaba mi cama de carton..

la colocaba justo al lado de las gomas calientes de los camiones al llegar... en lo adelante, cuando
ya estaban frias me cambiaba para otro..

Nunca tuve a quien rezarle en las noches antes de
dormirme, ciertamente entre los mercaderes escuche que hablaban de un Dios, o algo por el estilo... Pensaba en la gente, en como se comportaban, en como trataban de engañarme desde sus lujosos autos cuando me compraban.... 

Me seguía preguntando donde esta Dios?

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